lunes, 13 de octubre de 2014

Dentro Del Ocaso.


Hojas amarillentas, camino sin termino
Atardecer silencioso, no es más que eso;
La mente perfecta conspira,
entre aquellas letanías de otoño.

Las aves emigran, se petrifican,
Exclamar vida, volando alto;
Sentenciado está, aquel que va lejos,
Hasta el invierno camina por los senderos.

Las aguas absorben la luz,
rojo y naranja componen su silueta,
imperfecta y con fluidez
el liquido jamas se altera.

Va caminando aquel forastero,
Con andar lento, con compás a cada paso,
El tiempo es su amigo, el viento su susurro,
Las hojas marchitas su paisaje.

Desconocidos transcurren a su lado,
Extraños que van contracorriente,
Cual pez contra el río,
Retroceden hacia otro camino.

Las horas continúan firmes,
Aquel laberinto se extiende al frente,
Las ramas de los arboles danzan;
La naturaleza es siempre eterna.

Recuerdos de verano;
Ahora que la primavera es lejana,
Sus lagrimas resbalan,
Por aquella mejilla añejada.

Hojas amarillentas, camino sin termino
Atardecer silencioso, no es más que eso;
La luz se desvanece,
Ya muere en el horizonte.

Autora: Elvira Álvarez F.